DISTORSIONES por  Rolando Pérez Betancourt 

Incluso reconocidos pintores de cámara (o de la corte) sucumbieron a los requerimientos de los soberanos que los acogían bajo su techo.

Había, por supuesto, un «decorum» por parte de los artistas a la hora de enderezar una nariz, o de rebajar las dimensiones de un abultado vientre.

Además de ennoblecer la imagen del soberano, se trabajaba en ocasiones para sugerir aspectos relacionados con la política y la ideología imperantes en los momentos de mojarse el pincel en la paleta, de esa forma, Tiziano realiza en 1548 un retrato ecuestre de Carlos V en la batalla de Mühlberg (que supuso la hegemonía, incluso religiosa, de España sobre Alemania) en la que se le representa como un miles Christi (soldado de Cristo) lleno de vitalidad y con una armadura que recuerda las utilizadas en tiempos de las primeras Cruzadas.

Tanto la llegada de la fotografía como del arte moderno romperán con los criterios anclados en el academicismo. La fotografía permitirá recrear una realidad otra a partir de la subjetividad del artista y de los recursos que le proporciona la técnica.

Un bello rostro puede serlo para muchos fotógrafos, y no así para uno solo, encargado de apretar el obturador cuando el modelo de marras adopte una pose desfavorable, como le sucedió a Marilyn Monroe con un profesional de la cámara que durante un tiempo se empeñó en demostrar que la pretendida belleza de la actriz era un mito «bien retratado».

Pero en general lo que va a prevalecer con el desarrollo del capitalismo y sus técnicas de ventas es el embellecimiento. El interés por recrear lo bello y placentero serán también una constante en el cine comercial, y grandes estrellas exigirán ser retratadas siempre por un mismo técnico, capaz de dominar a la perfección los mejores ángulos y de recurrir a un filtro piadoso cuando la luz natural ponga de manifiesto lo que ¡de ningún modo debe verse!

Días en que los carteles de cine se pintan con vistosos colores, al tiempo que se exaltan hasta el delirio las musculaturas de los héroes y las poses provocativas de sus mujeres fatales.

La llegada de la computación, y con ella el photoshop, significarán una revolución técnica de la imagen, hasta que a alguien se le ocurre tomar una figura femenina y reducirle la cintura, abultarle los senos e inflarle las posaderas.

Será el comienzo de una contaminación de proporciones imparables que incluirá aspectos tan diversos como el racismo, la salud física y mental y hasta el suicidio por parte de jovencitas que nunca podrán alcanzar las fantasías propuestas.

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«Estoy molesta porque han editado y alisado el pelo para tener una visión más eurocéntrica de cómo luce un cabello bonito», declaró Lupita Nyong’o, cuando la revista británica Grazia manipuló su imagen. Foto: Tomada de Internet

Anatomías, principalmente femeninas, vinculadas con el mundo del cine, la moda y el espectáculo en general, proponiendo un canon de belleza muy difícil de conseguir hasta para las implicadas en el cambiazo, no pocas de las cuales tratarán de mantenerse en forma (ejercicios extenuantes, abstinencia gastronómica, entrada y salida al quirófano) de manera que la realidad no quede muy distante a como se le idealiza en el soporte promocional.

Desde hace años se suceden los escándalos vinculados al mal uso del photoshop y al cumplirse recientemente un aniversario del muy utilizado programa de Adobe, se han hecho público otros, como el pelo afro que le hicieron desaparecer a Lupita Nyong’o (Oscar por Doces años de esclavitud) en la revista británica Grazia de diciembre del 2017:

«Estoy molesta porque han editado y alisado el pelo para tener una visión más eurocéntrica de cómo luce un cabello bonito», declaró ella.

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La extraordinaria y envuelta en carne Kate Winslet, puso el grito en el cielo luego de los «retoques» de la revista Vogue que la hicieron parecer diez años más joven. Foto: Tomada de Internet

Las obsesiones por un cuerpo perfecto inundan el mundo de la moda y la supermodelo Filippa Hamilton, célebre por su extrema delgadez, tras una campaña publicitaria para la firma Ralph Lauren, fue despedida «por gorda».

Algunas, que antes fueron manipuladas, se han plantado firmes ante las distorsiones del photoshop, entre ellas la top de los 90, Cindy Crawford, quien decidió retratarse desnuda y hacerlo público, tal como se ve a los 49 años de edad.

La extraordinaria y envuelta en carne Kate Winslet, puso el grito en el cielo luego de los «retoques» de la revista Vogue que la hicieron parecer diez años más joven: «Basta ya, me siento muy cómoda con mi físico y mi cuerpo, dijo».

Julia Roberts, adicta en otros tiempos a las magias del photoshop, se cansó de que la criticaran por representar lo que no era (una campaña suya de cosméticos que la hacía lucir como una muchachita fue retirada abruptamente de Inglaterra) y ha declarado recientemente, para que no queden dudas de qué lado está: «Tu cara cuenta una historia y no debería ser la historia sobre la visita a la oficina de tu doctor o el paso por el ordenador».

Todo lo cual no es suficiente para que, ahora mismo, las distorsiones del photoshop sigan engatusando a medio mundo.

 

Fuente: http://www.granma.cu/cultura/2018-03-02/distorsiones-02-03-2018-20-03-47

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