LO QUE NO ES EL NEOLIBERALISMO por Mauricio Dimeo

INTRODUCCIÓN

En este ensayo se analizará la ideología que subyace a la famosa teoría del neoliberalismo, con el objetivo de clarificar el fundamento de dicha postura y sus implicaciones sociales.

El problema básico de definir al neoliberalismo es que no corresponde a una escuela en particular, ni a un modo concreto de describir la economía, sino que es un concepto usado de manera general para descalificar ciertas prácticas.

A grandes rasgos podría decirse que el neoliberalismo busca reducir la intervención del Estado tanto en lo económico como en lo social, propugnando por un libre mercado no sólo entre los países sino al interior de cada uno, en ámbitos como la educación, la seguridad social y la vivienda.

En otras palabras, el neoliberalismo es el intento de llevar al libre mercado hasta sus últimas consecuencias, de liberar los mercados de las restricciones estatales de modo que la libre competencia sea su propia regulación.

Como su nombre lo dice, el neoliberalismo busca llevar hasta sus últimas consecuencias los ideales del liberalismo clásico como son la propiedad, la libertad, el libre mercado, el orden público y el individualismo, los cuales serán los ejes de nuestro análisis.

  1. EL NEOLIBERALISMO NO DEFIENDE LA PROPIEDAD PARA TODOS.

Os aterráis de que queramos abolir la
propiedad privada, ¡cómo si ya en el seno
de vuestra sociedad actual, la propiedad
privada no estuviese abolida para nueve
décimas partes de la población!
Marx y Engels.

La propiedad puede ser de dos tipos: individual y privada. La propiedad individual es una posesión que se disfruta de modo personal, como puede ser ropa, un auto, una casa, una computadora, un cepillo de dientes. La propiedad privada, como su nombre lo dice, es aquélla que “priva” a otros de dicho bien, como puede ser una empresa o una patente.

Ahora bien, probablemente nadie estaría en contra de que todos poseamos propiedades individuales, ya que son necesarias para una vida digna, pero con la propiedad privada es diferente, ya que presupone cierto grado de desigualdad: que una minoría sea dueña de los medios de producción, distribución y financiación, mientras que otros, los desposeídos, se vean obligados a trabajar para dichos dueños.

El argumento que se usa comúnmente para justificar dicha desigualdad es que los poseedores son los emprendedores que por su esfuerzo e inteligencia lograron acumular riqueza y que los desposeídos son idiotas o flojos que no son capaces de planear su futuro, pero la historia del capitalismo muestra que esto no es así, ya que es una minoría excepcional la que con el sólo esfuerzo e inteligencia logra enriquecerse, la mayoría de las riquezas se heredan o se logran mediante el saqueo, el robo o la dominación, baste resaltar que las grandes potencias mundiales lograron acumular su riqueza a costa del saqueo colonialista en África, Latinoamérica y Asia durante cientos de años, esto es a lo que Marx llamó la acumulación originaria del capital.image-921

Por otra parte, ¿Cuántos trabajadores tienen la posibilidad de ahorrar lo suficiente para renunciar a su empleo y poner su propio negocio? Es una minoría, ya que en el mundo los salarios suelen rondar en lo mínimo para la subsistencia. También se argumenta que los trabajadores no pueden ganar más porque su flojera o apatía les impidió estudiar una carrera, pero las causas por las que no se estudia son muy diversas, desde tener que trabajar a muy temprana edad, hasta el escaso cupo en las universidad. Peor aún, hay gente preparada que sigue ganando lo mínimo para su subsistencia, pues el trabajo calificado cada vez es peor pagado.

En pocas palabras, el neoliberalismo sostiene el derecho de propiedad como un derecho fundamental de la humanidad, pero confunde la propiedad individual con la propiedad privada, desconociendo que esta última supone una desigualdad de oportunidades que se extiende generacionalmente.

  1. EL NEOLIBERALISMO NO LUCHA POR LA LIBERTAD PARA TODOS.

La libertad es una gran palabra; pero bajo la bandera de la libertad de industria se han hecho las guerras más rapaces, y bajo la bandera de la libertad de trabajo se ha expoliado a los trabajadores.

Lenin.

Antes de analizar la noción de libertad en el neoliberalismo revisaremos sus antecedentes en el liberalismo

La ideología que impera en el liberalismo es la de garantizar la libertad de los ciudadanos en todos los ámbitos posibles, lo cual fue revolucionario en su momento, pues el feudalismo impedía el desarrollo de la producción y se requería una teoría que liberara la circulación del capital del control del estado, así como las implicaciones sociales que esto conllevaba. Sin embargo en la actualidad dicha ideología genera serias dificultades, como se verá en adelante.

2.1 Dentro del liberalismo económico se pretende que toda persona tenga la posibilidad de enriquecerse sin restricciones del estado. Esto no es posible, dado que no todos tienen las posibilidades materiales para hacerlo, pues dentro de la sociedad capitalista se requiere de una clase proletaria que, generando una mercancía excedente, haga posible el enriquecimiento de la burguesía, por tanto, estaríamos hablando de una libertad negativa, es decir, de un hueco imposible de llenar más que por una minoría. Peor aún, el interés por enriquecerse por encima de las necesidades obedece a una falta de libertad individual, en la cual se es esclavo de las ambiciones, en donde las propiedades terminan poseyendo a los propietarios. Asimismo, el trabajo mecanizado que impera en el proceso de producción y distribución: atenta contra el desarrollo de la creatividad humana, por lo que tales trabajadores padecen una enajenación que atenta contra su libertad en sentido estricto, pues la creatividad es la mayor prueba de la libertad. Por todo ello, la supuesta libertad del liberalismo económico sufre de una falta de libertad positiva (propiamente humana) y de una esclavitud material.

2.2 Dentro del liberalismo político se propone una garantía de participación y representación electoral, esto tampoco es posible, pues no toda la población cuenta con la educación y la conciencia social suficiente para elegir a sus representantes, por lo que nuevamente caemos en una libertad negativa que no puede ser completada más que de manera formal. Asimismo, quienes detentan el poder tienden a ser dominados por él, pues debido a que la democracia representativa concentra el poder en una minoría: tiende a generar ambición excesiva, por lo que el poder termina sujetando al político, aunado a que dicha ambición deriva de una falta de autodominio. Por todo ello el liberalismo político no es más que una libertad negativa en la que la mayoría está excluida de la participación efectiva y una minoría tiende a ser esclava de su propio poder.

2.3 El liberalismo social cae en las mismas contradicciones, dado que la libertad de expresión está vacía si poca gente posee una formación intelectual, la libertad religiosa es falsa si la mayor parte de la gente vive enajenada, la libertad de viajar fuera del país está hueca si la mayor parte de la población apenas subsiste, los derechos jurídicos son obsoletos si las leyes favorecen a la clase pudiente, y así sucesivamente. Incluso la minoría dominante económica y políticamente hablando, tampoco disfruta de libertad social, dado que se ve obligada a dirigir sus acciones hacia el mantenimiento de dicho dominio. En ese sentido, aun cuando las superpotencias mundiales hayan reducido su propia pobreza, su libertad sigue siendo aparente, pues siguen dependiendo de los recursos de los países subdesarrollados, tales como el petróleo y otras materias primas.

Por tanto, el liberalismo en cualquiera de sus formas no nos conduce al desarrollo de la libertad social que requerimos, pues nos brinda un recipiente imposible de llenar.

2.4 En el neoliberalismo se agrava esta situación, ya que además se busca la liberación completa del mercado, reduciendo al mínimo la intervención estatal. Esto ha tenido consecuencias desastrosas en materia de educación, vivienda y salud, que son los pilares de nuestra subsistencia, ya que la ofensiva del neoliberalismo ha buscado privatizar dichos servicios bajo la excusa de que bajo el Estado son ineficientes. Si bien es cierto que dichos servicios suelen tener grandes deficiencias en buena parte por causas burocráticas, eso no significa que debe someterse a las leyes del mercado. En cuestiones de educación se ha provocado que cada vez menos personas tengan acceso, pues pocos pueden costearse un colegio privado. Con respecto a la salud, Estados Unidos es un buen ejemplo de cómo la seguridad social es cada vez más un lujo de unos cuantos, aun cuando es la mayor potencia económica del mundo. En el caso de la vivienda la especulación hipotecaria ha generado la paradoja de que haya muchas viviendas sin comprador y muchas familias sin una vivienda digna.bangladesh

La apelación a la libertad por parte del neoliberalismo no es otra cosa que la supremacía de la libertad de los empresarios para lucrar irrestrictamente, a costa de la dignidad de los desposeídos. Por el contrario, un ejercicio pleno de la libertad es la emancipación social, la cual consiste en que los trabajadores tomen consciencia del papel que juegan en la generación de la riqueza y se apropien de ella para repartirla justamente, esto requiere un cambio de consciencia, donde libertad no signifique libertinaje económico, sino autodeterminación de los pueblos.

  1. EL NEOLIBERALISMO NO SIGNIFICA BIENESTAR PARA TODOS.

…a pesar de su egoísmo y rapacidad natural, a pesar que solo buscan su propia conveniencia (…) comparten con los pobres el producto de sus mejoras. Son llevados por una mano invisible a hacer casi la misma distribución de las necesidades de la vida que se habría hecho si la tierra hubiese sido dividida en porciones iguales entre todos sus habitantes y así, sin intentarlo, sin saberlo, avanzan el interés de la sociedad.
Adam Smith.

El economista Adam Smith propuso uno de los fundamentos del liberalismo, el cual se popularizó con el famoso concepto de “la mano invisible”, el cual afirma que mientras los individuos buscan su propio bienestar, logran al mismo tiempo el bienestar de toda la sociedad, ya que el libre mercado es capaz de regular por sí solo, mediante la oferta y la demanda, la producción y distribución de los recursos para favorecer a toda la población.

Dicho argumento tiene algo de cierto: el hecho de que quien genera riqueza de algún modo contribuye al crecimiento de la sociedad, pero esto no significa que dicha riqueza sea distribuida espontáneamente de modo equitativo, como prueba de ello vemos que en la actualidad cada vez hay más riqueza, pero también hay cada vez más empobrecidos (Aracena, 2007).

Este argumento de la mano invisible pertenece al liberalismo y el neoliberalismo lo ha perfeccionado con el Índice de Libertad Económica, el cual intenta medir el grado de liberación de los mercados en cada país y busca demostrar que a mayor libertad económica mayor calidad de vida para los ciudadanos, y que si los países subdesarrollados liberan sus mercados en su totalidad tendrán un nivel de vida alto como los de primer mundo.

Sin embargo, las políticas neoliberales se han venido aplicando desde la década de los ochentas en todo el mundo y el resultado ha sido que los países ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres, esto ha conllevado la privatización de las paraestatales y con ello la pérdida de la soberanía nacional en muchos países subdesarrollados. El problema posee múltiples factores de los cuales resaltaremos dos.ninos-de-la-calle-brasil

En primer lugar la competencia es desigual en la medida en que las superpotencias pueden liberar sus mercados ya que poseen Estados sólidos y grandes capitales, lo que genera una competencia desigual contra los países en desarrollo, como muestra tenemos el tratado de libre comercio de América del Norte (TLCAN), el cual devastó la agricultura mexicana, ya que la competencia es sumamente desventajosa.

En segundo lugar se desconoce (intencionalmente o no) que la calidad de vida no sólo es producto de la riqueza, sino de la correlación de fuerzas, es decir, los trabajadores de primer mundo han logrado cierto bienestar social no sólo por la riqueza generada, sino por las conquistas laborales producto de la lucha sindical y del aumento en el nivel de vida socialmente necesario en cada nación.

Por el contrario, el neoliberalismo busca aplicar el libre mercado incluso en las relaciones laborales, suprimiendo la seguridad social que garantiza el Estado y tratando al trabajador tan sólo como una mercancía sujeta a oferta y demanda, es decir, cuanto más disminuye la oferta de trabajo, los trabajadores se ven obligados a competir entre ellos por los pocos empleos que hay, por lo que los patrones pueden precarizar los salarios y las prestaciones con la confianza de que siempre encontrarán desempleados disponibles. Con el desarrollo de la tecnología y la automatización de los procesos productivos, la oferta de trabajo es cada vez menor, por lo que la tasa de desempleo aumenta, junto con el subempleo, la subcontratación y la delincuencia.

  1. EL NEOLIBERALISMO NO BUSCA UN ORDEN PÚBLICO PARA TODOS.

Fuera del neoliberalismo no hay salvación. Hemos llegado al final de la historia. No hay otra posibilidad, no hay otra salida más que el neoliberalismo. Todas las demás ideologías fracasaron. Lo que sirvió en las décadas pasadas fue un sueño que no soluciona nada. El capitalismo neoliberal es el único sistema capaz de producir riqueza, trabajo y bienestar social
Fukuyama

Con este discurso se pretende borrar la esperanza en un mundo mejor, desechar cualquier otra ideología y justificar cualquier injusticia en nombre de la libertad. De este modo cualquier inconformidad ante el sistema o cualquier intromisión del Estado en la economía se asumen como un atentado contra la libertad. Es así como los que detentan el poder y el dinero justifican la represión y persecución de todo aquel que proteste o exija un trato justo, pues usan como bandera la libertad (de mercado) que sólo es la libertad de los que tienen el poder económico.

En ese sentido, el neoliberalismo utiliza todos los medios posibles para mantener controlada a la población, como los medios masivos de comunicación, que ideologizan a la población en la lógica del “buen empresario” que genera empleos y crea fundaciones para ayudar a los más necesitados, como si esa misma desigualdad no fuera causada por el libre mercado. También genera leyes laborales para favorecer al empleador y dejar en la calle al empleado.

En pocas palabras, el neoliberalismo es antidemocrático, ya que no busca el consenso de la población, sino favorecer a los grandes capitales mediante legislaciones flexibles para ellos y represivas ante la población. En particular se busca eliminar toda forma de organización laboral como los sindicatos, aprovechando su gran desprestigio en razón de que abundan los líderes corruptos y las bases adormecidas. Lo que no significa que deban ser eliminados, pues es la única forma de que los trabajadores puedan exigir sus derechos organizadamente.

  1. EL NEOLIBERALISMO NO ES INCLUYENTE

La ciencia burguesa toma como concreto algo plenamente abstracto. Estas relaciones no son de individuo a individuo, sino de trabajador a capitalista, de arrendatario a proletario, etc. Si elimináis esas relaciones, habréis eliminado la sociedad entera
Marx

La ideología que subyace al neoliberalismo es el libertarismo, el cual es una filosofía política que afirma la vigencia suprema de la libertad individual (o libertad negativa), es decir, el derecho del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro más que el derecho ajeno. El sustento de la ideología libertaria es la filosofía individualista, la política antiestatista y la economía capitalista laissez-faire, en razón de que para los libertarios, toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios.

El individualismo ya había sido criticado por Marx, el cual llamó “robinsonadas” a las teorías que buscaban explicar el origen de la sociedad mediante ejemplos aislados del contexto histórico y de la lucha de clases, en alusión a la obra de Robinson Crusoe. Mario Bunge también critica esta visión argumentando que tanto el individualismo como el colectivismo caen en el extremo de minimizar la importancia de su opuesto, ignorando que el individuo no puede ser reducido a la sociedad, pero la sociedad tampoco puede ser reductible al individuo.

El problema principal del individualismo, así como del libertarismo, es que abstraen al individuo de su contexto, asumiendo que las relaciones sociales se dan entre individuos iguales en derechos y sólo distinguibles por su habilidad o genio particulares. Sin embargo, cada clase o grupo social defiende intereses irreductibles a los de sus integrantes y estos intereses se oponen a los de clases antagónicas. Por ejemplo, los medios de comunicación están mediatizados por los poderosos y lo que transmiten está sesgado por sus intereses, a diferencia de los medios alternativos que obedecen a los intereses de los oprimidos. La frase célebre de Emilio Azcárraga, el dueño de televisa, es muy clara al respecto: “México es un país de una clase modesta muy jodida que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”. Afirmar que sólo se obedece a intereses individuales no es otra cosa que un ocultamiento de los verdaderos intereses de clase, así como defender el derecho de propiedad no implica exigir propiedades para todos, sino que se conserve la propiedad del que ya la tiene.

En última instancia el neoliberalismo está justificando la desigualdad y la injusticia, pues habla de individuos en abstracto, ignorando que hay ricos y pobres, poseedores y desposeídos, bien alimentados y desnutridos, legales e indocumentados, mujeres y hombres. Es decir, no se trata de ignorar las diferencias sociales, pues al hacerlo se cae en cierto tipo de discriminación, ya que se están menospreciando las necesidades y vulnerabilidades derivadas de condiciones históricas determinadas. Por ejemplo: el acceso a cargos directivos hacia las mujeres está limitado porque vivimos en un sistema patriarcal, donde el liderazgo suele ser masculinizado, por lo que asumir que todos somos individuos es justificar dicha discriminación. Por el contrario, reconocer las diferencias y desigualdad de oportunidades es el primer paso para combatirlas y lograr que cada cual viva según sus necesidades y trabaje según sus capacidades, tal como proponía Marx. No es casualidad que las cárceles estén llenas de gente pobre, ya que la justicia no es neutral, sino que da preferencias a los miembros de las clase dominante, es decir, de quien puede pagarse un abogado.

CONCLUSIÓN

Hemos visto que el neoliberalismo no defiende la libertad para todos, sino que favorece la desigualdad y el enriquecimiento de unos cuantos. Pero no basta con estar en contra del neoliberalismo como muchos hacen, pues posicionarnos en sentido negativo propicia caer en la ambigüedad y en la protesta sin contenido. Es fundamental poseer una propuesta en positivo, que critique a fondo al capitalismo en cualquiera de sus formas y posea un proyecto de emancipación social, como lo hace el socialismo científico. Ya que la libertad que pregona el neoliberalismo es imposible cuando la mayor parte de la población mundial vive sumergida en la pobreza y en la exclusión.

BIBLIOGRAFÍA.

Aracena, Joaquín. 2007. “Más riqueza y más empobrecidos” en Revista Pluma, número 9. Url:
http://www.movimientoalsocialismo.org/archivos/revista/nueve/mas.htm Consulta: 3 de noviembre 2012.

 

Miller, Terry, Kim R. Holmes y Edwin J. Feulner. 2012. Puntos destacados del índice de libertad económica 2012, La fundación Heritage. Url: http://www.libertad.org/wp-content/uploads/2012/01/Indice-2012-de-Libertad-Economica.pdf Consulta: 3 de noviembre 2012.

 

Álvarez, Juan. 2012. La esencia inhumana del neoliberalismo. Url:http://www.zonaeconomica.com/neoliberalismo/esencia. Consulta: 3 de noviembre 2012.

 

Un comentario Agrega el tuyo

  1. maudimeo dice:

    gracias por compartir

    Me gusta

Replica a maudimeo Cancelar la respuesta